Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

VINCENT
Don McLean

Van Gogh sufre un disparo mortal (1890)

La obra de Vincent Van Gogh ha ido siempre ligada a los problemas de salud mental que sufrió durante toda su vida. Epilepsia, esquizofrenia, psicopatía o trastorno bipolar fueron algunos de los diagnósticos que recibió a lo largo de los años sin que los médicos llegaran a ponerse de acuerdo respecto a la enfermedad exacta que le afectaba. El agravamiento de estos brotes en los últimos años de su vida hizo que decidiera recluirse de forma voluntaria en diferentes sanatorios. Pero en verano de 1890 cayó en una profunda depresión y el 27 de julio mientras paseaba por el campo se disparó en el pecho con un revólver. No se dio cuenta de que la herida era mortal y al cabo de dos días moría en brazos de su querido hermano Theo. Todavía hoy no está claro si fue fruto de un accidente o de un intento de suicidio, pero sobre lo que no hay duda es que aquella bala puso fin a la carrera de uno de los pintores más importantes del siglo XX.

Aunque sólo vendió un cuadro en toda su vida, la obra de Van Gogh ha sido fuente de inspiración de obras posteriores en diferentes disciplinas y son muchos los artistas que han desarrollado sus creaciones a partir del trabajo de este pintor neerlandés. En el campo de la música, destaca el tributo que Don McLean le hizo en 1971 con Vincent, una balada incluída en American Pie, el álbum más exitoso de este cantautor estadounidense y que coge el título de su tema más famoso. La compuso tras leer una biografía del artista y, sintiendo la necesidad de hacerle una canción, comenzó a garabatear la letra en un pedazo de papel.

En la pieza, conocida también por su verso de apertura «Starry Starry Night» en referencia a uno de los cuadros más famosos de Van Gogh, McLean aborda el tormento vivido por el artista. El músico, que sentía que la tristeza le había acompañado desde que con 15 años perdió a su padre, encontró consuelo en la obra del pintor, y especialmente La Noche Estrellada. Y como no lo sabía hacer de otra forma, decidió compartir ese sentimiento a través de las notas y los versos de una canción en la que, dirigiéndose directamente a Van Gogh, le expresaba la sensibilidad por la belleza y el dolor de la vida que ambos compartían.

En poco tiempo el tema se convirtió en todo un número uno en el Reino Unido y se mantuvo en las las listas americanas durante tres meses y a lo largo de las últimas décadas ha sido una referencia para un gran número de músicos de estilos tan diferentes como Julie Andrews, Rick Astley o el rapero Tupac Shakur. Éste último se dice que adoraba tanto el tema que, después de ser herido de muerte en un tiroteo en septiembre de 1996, su novia hizo lo sonar al lado de su cama en el hospital para asegurarse de que Vincent fuera la última cosa que escuchara antes de morir.

Bajo el suelo del museo Van Gogh de Amsterdam hay una cápsula del tiempo que contiene un juego de pinceles del artista y la partitura de Vincent, y el equipo de trabajo del museo hace sonar la canción cada día para sus visitantes.

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