Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

ONE MOMENT IN TIME
Whitney Houston

Empiezan los Juegos Olímpicos de Seúl (1988)

El 17 de septiembre de 1988 se inauguraba la XXIV edición de los Juegos Olímpicos de Verano. Seúl se impuso contra todo pronóstico ante la candidatura japonesa de Nagoya, y se convertía así en la segunda ciudad asiática organizadora de unos juegos de verano después de que Tokio se estrenara en 1964. La capital de Corea del Sur tomaba así el relevo a los Ángeles que, en un contexto complicadísimo de boicots y pérdidas económicas millonarias, había conseguido organizar unas Olimpiadas exitosas y rentables, erigiéndose como el modelo a seguir por las sedes posteriores. El Comité Olímpico Coreano se volcó en este reto y el esfuerzo tuvo su recompensa. Participaron casi 8.500 atletas de 159 comités nacionales (el número más elevado hasta el momento), compitiendo en 237 especialidades de 29 deportes diferentes.

Si bien es cierto que la descalificación de Ben Johnson por dopaje ensució un poco la imagen, los de Seúl 88 son recordados por ser los juegos en que Sergei Bubka estableció el nuevo récord del mundo en salto con pértiga y la norteamericana Jackie Joyner en salto de longitud y heptatlón; el tenis de mesa se estrenó como deporte olímpico; la Unión Soviética dio la sorpresa al ganar a Brasil en la final de fútbol; y la esgrimista sueca Kerstin Palm se convertía en la primera mujer que participaba en siete Olimpiadas consecutivas.

Pero aparte de los aspectos deportivos, desde el comité olímpico local se esmeraron mucho también en los aspectos organizativos y comunicativos para demostrar a todo el mundo la capacidad del país para hacer de los Juegos de Seúl una cita olímpica memorable. Las televisiones de países de los cinco continentes montaron grandes operativos para cubrir informativamente todos los contenidos del evento. En Estados Unidos, la NBC Sports había sido pionera en la retransmisión de unos Juegos Olímpicos en la edición celebrada en Tokio y desde entonces era uno de los canales que más recursos dedicaba a la cobertura de este evento deportivo. En 1988 se convirtió en «La cadena americana para los Juegos Olímpicos», un título que estrenaba con la emisión de la ceremonia inaugural de los Juegos de Seúl.

Para este debut los responsables de este canal deportivo de la NBC decidieron crear una banda sonora especial para las retransmisiones de aquella edición olímpica. La selección musical que acompañaría a los programas de la cadena durante esas dos semanas incluía temas de artistas como Eric Carmen, Bee Gees o The Four Tops, pero también querían que tuviera una canción especial. Y cuando a finales de agosto uno de los directores de la cadena escuchó One Moment in Time, el sencillo que acababa de publicar Whitney Houston, tuvo claro que ésa era la pieza que necesitaban.

Escrita por el compositor Albert Hammond y el letrista John Bettis, la canción parecía haber sido escrita expresamente con ese objetivo. Sus versos eran un himno que animaban a creer en uno mismo y a ser capaz de superar los obstáculos de la vida, un concepto totalmente alineado con el espíritu olímpico y que, añadido a la popularidad de Houston, suponía un reclamo extraordinario para la cadena. Así que Sports NBC compró los derechos de One Moment in Time y la editó con imágenes de escenas olímpicas previas que hacían alusión a la épica del evento. Este vídeo se convirtió en la pieza audiovisual oficial de las retransmisiones de la cadena de los juegos de Seúl 88.

La interpretación magistral de Whitney Houston en este tema, lo convirtió en un hit mundial y en ganador del Grammy a la mejor interpretación vocal  femenina, un reconocimiento más que se añadía a la vitrina de galardones de la cantante de New Jersey que, con sólo tres años, ya se había convertido en una de las artistas más aclamadas del momento. Había debutado en 1985 con Whitney Houston, un disco que había vendido 25 millones de copias y que contenía tres canciones que habían llegado a ser número uno en las listas, una hazaña que ella misma superó dos años más tarde cuando con su segundo álbum, Whitney, consiguió situar cuatro de sus singles en lo alto de los rankings musicales. Una artista de récords el nombre de la cual tiene también su hueco en la historia olímpica gracias a One Moment In Time.

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