Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

GOLDFINGER
Shirley Bassey

Nace el actor Sean Connery (1930)

Aunque el personaje de James Bond ha sido interpretado por un total de seis actores diferentes en las adaptaciones cinematográficas de las novelas de Ian Fleming, hay bastante consenso en considerar que lo que más asentó las características del agente 007 fue Sean Connery. Entre 1962 y 1983, el actor escocés se puso en su piel en un total de siete películas y modeló el personaje presentándolo como el hombre duro, ingenioso, impasible e irresistible que ha seducido varias generaciones a través de la gran pantalla. Si bien es cierto que la primera aparición de James Bond fuera de las novelas corrió a cargo del actor estadounidense Barry Nelson, que lo interpretó en 1954 en la adaptación que el programa de televisión CBS Climax hizo de Casino Royal, se considera que Connery fue el James Bond original.

La primera inmersión en el papel la hizo en Dr. No con Ursula Andress como compañera de reparto y el éxito de taquilla que supuso su estreno animó a los productores a seguir adaptando los libros de Fleming contando con él en seis ocasiones más. Con Connery, aquel agente secreto del servicio británico se hizo mundialmente famoso y todo el imaginario que Fleming plasmó en sus libro se convirtió en un icono universal. Las películas son una adaptación bastante fiel de las novelas pero el despliegue audiovisual hollywoodiense aportó algunos elementos adicionales que, con el tiempo, se han convertido rasgos identificativos de la saga. Sin duda, su banda sonora es uno de ellos.

Encargadas a artistas de renombre, las músicas que han acompañado las películas de James Bond a lo largo de la historia son ya auténticas piezas clásicas de la música cinematográfica. El tema central, común a todas ellas y estrenado en Dr. No, es obra del compositor Monty Norman pero fue John Barry quien hizo los arreglos y dirigió la orquesta que lo interpretó. Barry fue el encargado de la musicalización de todos los títulos de la primera época. Pero fue también el autor de la canción principal de Goldfinger, el tercero de los Bond de Connery y todo un clásico del cine.

Con letra de Leslie Bricusse y Anthony Newley, Goldfinger supuso el primer hit musical de James Bond. La canción fue interpretada por Shirley Bassey, una cantante galesa que ha pasado a la historia como la intérprete musical que más veces ha cantado un tema para una película del agente 007. Guy Hamilton, el director de la película, sólo dio una indicación a los letristas: que los versos incluyeran el nombre del personaje que daba nombre al film. A Barry, le sugirió que escuchara Mack the Knife, un tema que pensaba que podía ser una buena fuente de inspiración. Cuando le presentaron la primera versión del tema terminado, el primer comentario de Hamilton fue de sorpresa al advertir que las tres primeras notas eran clavadas a las de Moon River, pero el resultado global del tema le gustó y lo dio por bueno a la primera.

Con la canción terminada, comenzó la búsqueda de la voz para interpretarla y tras barajar distintas opciones, Shirley Bassey les pareció la elección perfecta. Era una cantante ya reconocida y tenía un registro que le permitiría llegar a las notas más altas. La grabación sin embargo no fue tan sencilla como se esperaban y la sesión fue recordada por todos los presentes como muy dura. Se rumoreaba que Bassey y Barry mantenían en secreto una relación amorosa y que esto hizo que el compositor fuera excesivamente exigente con su interpretación. En la búsqueda de la excelencia le hizo repetir las tomas una y otra vez hasta el punto de hacerle saltar las lágrimas. Bassey necesitó más de cinco horas para completar la grabación de la voz del tema. Quedó más corta de lo esperado, pero incorporada en la edición final a los créditos de apertura de la película resultó increíblemente efectiva. Las trompetas que el mismo Barry grabó al inicio para añadirle una dosis extra de dramatismo, y de paso ganar algunos segundos de duración, pusieron el broche de oro a una canción que ha quedado asociada para siempre al James Bond más cinematográfico. O sea, a Sean Connery.

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