Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

THROUGH THE BARRICADES
Spandau Ballet

Se funda el Celtic de Glasgow (1887)

No eran berlineses ni una compañía de danza. Pero con un nombre que hacía referencia a estos dos conceptos y un repertorio lleno de éxitos, Spandau Ballet se erigió como una de las bandas referentes del pop británico de la década de los ochenta. Los cinco integrantes de la formación habían empezado a tocar juntos 1979 como The Makers, pero cambiaron este nombre por el de Spandau Ballet a propuesta de su promotor discográfico, que había visto estas dos palabras pintadas en un baño público de la capital alemana.

Este quinteto londinense hizo sus primeras actuaciones en un club de la ciudad llamado Blitz y que está considerado como la cuna del surgimiento del New Romantic, un subgénero musical de la new wave británica de los primeros años de aquella década. A este estilo pertenecen sus dos primeros álbumes y con los que se empezaron a dar conocer. Pero el éxito de la formación liderada por Tony Hadley llegaría en 1983 cuando se adentraron de lleno en el pop con True, un disco que se convirtió en todo un número uno en el Reino Unido, una posición que alcanzó también la canción que daba nombre a este trabajo discográfico. A partir de ese momento, en los tres años siguientes Spandau Ballet conseguiría situar un total de cinco sencillos entre los más vendidos en el país. El último de estos temas que la banda situaría en el Top Ten fue Through the Barricades.

Presentada como una balada acústica, éste es un tema que relata una historia de amor de final trágico ambientada en el conflicto que se vivía en Irlanda del Norte en los años ochenta. Es una historia real, inspirada en Thomas Reilly, un joven católico seguidor del Celtic de Glasgow a quien todos conocían como Kidso y que mantenía una relación sentimental con una chica protestante. Como si fuera una revisión moderna del Romeo y Julieta de Shakespeare, la pareja vivía su amor furtivo a escondidas de sus familias y solían encontrarse en una zona fronteriza entre los barrios católico y protestante de Belfast, más allá de las barricadas que protegían cada uno de estos sectores.

Aparte de su novia, a Kidso sólo le interesaban dos cosas: el fútbol y la música. La primera la vivía a través de su devoción por el Celtic de Glasgow, el equipo escocés de los descendientes de inmigrantes irlandeses por excelencia y al que seguía en sus desplazamientos siempre que podía. La segunda la convirtió en su actividad profesional, trabajando como roadie de diferentes bandas. Y así fue como la primavera de 1983 se incorporó a la gira que Spandau Ballet emprendió por Europa tras el éxito de True. Cuando al terminar el tour volvió al Ulster para pasar las vacaciones, una noche que salió con un grupo de amigos, fue detenido por una patrulla del ejército británico. Tras ser registrado y de haber contestado todas sus preguntas, el joven subió la carretera que llevaba a casa. Iba vestido con una camiseta y un pantalón corto, pero a uno de los soldados le pareció que entre la ropa escondía un arma. El militar le llamó la atención y, al no tener respuesta, hincó la rodilla en el suelo, apuntó en la dirección en que Kidso se alejaba y lo mató a tiros por la espalda.

Cuando Gary Kemp, compositor y guitarrista de Spandau Ballet, leyó la noticia de este suceso en la prensa e identificó al fallecido como aquel chico que pocas semanas antes les había acompañado a tantos conciertos, quedó conmocionado. Meses más tarde, visitó la tumba del chico en Belfast e, impactado por la imagen de las barricadas que vio por las calles de la capital norirlandesa, decidió dedicarle una canción ambientada en ese entorno bélico en el que el joven había crecido. En 1986 el recuerdo de Kidso quedó inmortalizado en Through the Barricades pero ninguno de los miembros de la banda reveló de quién hablaba aquella historia de amor construida entre barricadas y de final fatal.

No fue hasta casi tres décadas más tarde que la identidad del protagonista de la canción salió a la luz, gracias a un homenaje que un grupo de aficionados del Celtic desplazados desde Belfast quisieron hacer a Thomas ‘Kidso’ Reilly para recordar el 30 aniversario de su muerte. Durante el partido de ese día, amigos y miembros de la familia del joven asesinado viajaron hasta el Celtic Park y desplegaron una gran pancarta donde debajo de su nombre y su foto se podía leer un mensaje: «You’ll never walk alone” (Nunca caminarás solo). La historia de este tributo fue recogida en el Celtic More than 90 Minutes, una popular publicación entre los seguidores de este club de fútbol. Y poco después Gary Kemp confirmó en una entrevista en la BBC que, efectivamente, fue Kidso el inspirador de la exitosa balada de Spandau Ballet.

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