Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

WE SHALL OVERCOME
Bruce Springsteen

El presidente americano Lindon B. Johnson muere de un ataque al corazón (1973)

En marzo de 1965, en pleno auge del Movimiento por los Derechos Civiles, miles de americanos participaron en las protestas que se conocen como las ‘Marchas de Selma a Montgomery’. Los activistas recorrieron los 87 kilómetros de autopista que separan estas dos ciudades de Alabama (un estado donde el racismo entonces aún tenía mucha presencia) para reclamar la igualdad entre todos los ciudadanos del país. Aunque desde 1964 la legislación reconocía el derecho de sufragio universal y prohibía expresamente la segregación racial, las autoridades estatales (en manos de la comunidad blanca) continuaban impidiendo su aplicación. Como respuesta a esta situación se organizaron estas manifestaciones pacíficas, el impacto de las cuales cambió para siempre la historia de los Derechos Civiles en los Estados Unidos.

La desmedida fuerza utilizada por la policía para contener las marchas consternó los millones de americanos que vieron por televisión la dureza con la que los antidisturbios reprimían a los manifestantes. Este hecho desencadenó un movimiento masivo de apoyo a la causa de la igualdad racial por parte de diferentes colectivos y figuras públicas, que culminó con una concentración histórica ante el Capitolio encabezada por Martin Luther King. Pocos días más tarde, el presidente Lindon B. Johnson presentó en el Congreso el Acta de los Derechos de los Votantes con un legendario discurso que terminó con la frase “we shall overcome” (venceremos).

La expresión con la que el jefe de la Casa Blanca cerró su intervención se convirtió, y hoy sigue siéndolo todavía, en un himno del Movimiento por los Derechos Civiles. Las estrofas provienen del título de una pieza de gospel compuesta por el Reverendo Charles Albert Tindley a principios del S.XX y que poco a poco se fue incorporando al repertorio de diferentes congregaciones de estados de la costa este. En 1946 una mujer llamada Lucille Simmons la cantó como tema de protesta en una huelga de las trabajadoras -todas ellas afroamericanas- de la American Tobacco Company. La fuerza de aquella interpretación de We Shall Overcome emocionó a muchas de las personas presentes en aquella convocatoria. Entre ellas estaba la mujer de Guy Hughes Carawan, uno de los fundadores de la escuela Highlander Folk School, y que rápidamente la hizo llegar a su marido. Él fue quien se la enseñó a los líderes de la lucha por los derechos civiles y la convirtió en la canción de protesta de referencia del momento de las décadas posteriores.

La canción fue versionada por numerosos músicos a lo largo de los años sesenta, pero seguramente los dos artistas que más la popularizaron fueron los cantantes de folk Pete Seeger y Joan Baez, El primero fue quien se encargó de la adaptación del tema como balada y la segunda quien la daría a conocer a nivel mundial. Baez cantó el tema en diversas manifestaciones a favor de los derechos civiles, pero de entre todas destaca la interpretación que hizo en 1963. Cerca de un millón de personas se habían concentrado en la gran explanada del Parque de Washington para escuchar a Martin Luther King. Joan Baez subió al escenario con su guitarra y tocó un We Shall Overcome que fue coreado por todo el público. Cuando terminó, el Reverendo King tomó la palabra y, convencido de que efectivamente un día ganarían, se dirigió a la multitud con un discurso que arrancaba con la célebre frase ‘I had a dream…‘ (He tenido un sueño…).

Cuatro décadas más tarde, Bruce Springsteen hizo su propia versión del tema para We Shall Overcome: The Seeger Sessions, un álbum en el que el Boss recogió diversas canciones recuperadas por Peter Seeger a lo largo de su vida. Con esta adaptación, la canción que se convirtió en la banda sonora de la lucha por los derechos civiles en el S.XX, extendía su mensaje a una nueva generación de americanos en pleno S.XXI.

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