Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

SWEET CAROLINE
Neil Diamond

Se produce un atentado en la Maratón de Boston (2013)

De las muchas canciones de Neil Diamond, Sweet Caroline es sin duda la que más éxitos le ha reportado. La escribió para su esposa Marcia. Pero ‘Sweet Marcia’ no acababa de encajar en el estribillo que había compuesto. Necesitaba un nombre femenino de tres sílabas. Así que hizo una lista con todos los que se le ocurrieron y ‘Caroline’, que en aquella época estaba muy de moda gracias Caroline Kennedy, fue el que más le gustó.

Presentada en 1969, la canción rápidamente llegó a las primeras posiciones de las listas de éxitos y durante las décadas siguientes fue versionada por más de una veintena de artistas. Lo que no se podía imaginar el cantante neoyorquino en aquel entonces es que el tema se acabaría convirtiendo en un himno deportivo. Y menos que lo sería del equipo de béisbol que es el eterno rival de los Yankees.

Todo comenzó en 1997 cuando Amy Tobey, una trabajadora de los Boston Red Sox encargada de poner la música en el estadio, la hizo sonar por megafonía en honor a una amiga suya que había tenido una niña llamada Caroline. La canción sonó entre la séptima y la octava entrada del juego y fue coreada por todo el público. Así que Tobey decidió que, siempre que el equipo estuviera ganando al llegar a ese momento del partido, la pondría. En poco tiempo, la afición del Fenway Park comenzó a considerar el tema como un amuleto de buena suerte y en 2002 el club la terminó adoptando como himno oficial. Desde entonces, cada vez que en un partido suena el coro principal de la canción con su inconfundible “Sweet Caroline good times never seemed so good” (Dulce Carolina, los buenos tiempos nunca parecieron tan buenos), los seguidores del equipo corean el sonido de las trompetas y repiten el «so good» un total de tres veces.

Cuando el 15 de abril de 2013 dos bombas explotaron en la línea de meta de la Maratón de Boston causando 3 muertos y más de 200 heridos, el tema se convirtió en casi en un símbolo de la ciudad. Todo el mundo estaba consternado. Y cinco días después del atentado, Diamond apareció por sorpresa en el césped del Fenwey Park e interpretó Sweet Caroline para una afición que, totalmente emocionada, la cantó con él entre la séptima y la octava entrada del partido que esa tarde jugaban los Red Sox en su estadio.

Más recientemente, Diamond quiso solidarizarse también con la crisis mundial generada por la pandemia del COVID19 adaptando la letra de Sweet Caroline a las recomendaciones de prevención de las autoridades sanitarias. Así, el cantante compartió un vídeo en sus redes sociales donde, en vez de los versos originales «Hands, touching hands. Reaching Out. Touching me. Touching You» (Manos tocando manos. Extendiéndose las. Tocándome. Tocándote) cantaba “Hands, washing hands. Reaching Out. Do not touch me. I will not touch you» (Manos lavando manos. Extendiéndolas. No me toques. Yo no te tocaré).

SWEET VIRGINIA Previous Post
99 RED BALLOONS Next Post