Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

STRANGE FRUIT
Billie Holiday

Linchamiento de Thomas Ship y Abram Smith (1930)

El término ‘linchamiento’ (de ‘lynching’ en inglés) hace referencia a la acción de ejecutar alguien sin ningún tipo de proceso previo. El concepto debe su nombre a Charles Lynch, un plantador de Virginia que durante la Guerra de Independencia americana, a finales del S.XVIII, capitaneó un grupo de hombres que, tomándose la justicia por su cuenta, persiguieron un grupo de defensores de los intereses británicos y los colgaron en todos. Desde entonces, y en referencia al apellido de este personaje, todas las acciones que se llevaban a cabo en este formato de pretendida justicia popular se empezaron a conocer popularmente como ‘linchamientos’.

Según las estimaciones más conservadoras, entre 1889 y 1940 se lincharon a más de 2.800 personas en Estados Unidos, especialmente en los estados de Georgia, Mississippi y Texas. La mayoría fueron ciudadanos de raza negra que fueron asesinados cruelmente por multitudes, generalmente en acto de venganza después de que algún ciudadano blanco hubiera sido víctima de un delito atribuido a una persona negra. Uno de estos muchos casos fue el linchamiento de Thomas Shipp y Abram Smith verano de 1930.

La noche del 7 de agosto una multitud formada por hombres, mujeres y niños se reunió ante una prisión local de Indiana para exigir que el sheriff les entregara a tres de sus prisioneros. Se trataba de Tom Shipp, Abraham Smith y James Cameron, unos adolescentes afroamericanos acusados ​​del asesinato de un hombre y de la violación de una mujer, ambos de raza blanca. Algunas de las miles de personas que se concentraron exaltadamente formaron una turba que abrirse paso hasta la puerta de entrada. Una vez allí, derribaron la puerta y fueron hasta la celda donde estaban encerrados los tres detenidos. Los sacaron al exterior golpeando brutalmente y los arrastraron hasta la plaza del palacio de la justicia. Cameron, el más joven de los tres, pudo fugarse, pero Smith y Shipp terminaron colgados de un árbol donde fueron linchados.

La imagen de los cuerpos inertes de ambas víctimas rodeados de toda la gente que se concentró a su alrededor fue captada por un fotógrafo de la ciudad y se extendió por todo el país. Al ver publicada aquella imagen en la prensa, el poeta Abel Meeropol quedó golpeado por la brutalidad de la escena y escribó un poema que tituló Strange Fruit. «Southern trees bear a strange fruit, Blood on the leaves and blood at the root, Black bodies Swingin ‘in the Southern breeze, Strange fruit hangin’ from the poplar trees» (Los árboles del sur dan un fruto extraño, sangre en las hojas y sangre en la raíz, cuerpos negros balanceándose en la brisa del sur, fruta extraña colgada de los chopos) escribía Meeropol.

Cuando la cantante Billie Holiday, que a pesar de su juventud ya en aquellos años treinta ya comenzaba a hacerse un lugar en el mundo de la música, leyó aquel poema, sintió la necesidad de musicarlo. Conoció Meeropol en Cafe Society de Nueva York, un local muy liberal e igualitario en temas raciales y ambos se entendieron muy bien desde el primer momento. Ella, que con su voz prodigiosa había convertido el jazz en la tabla de salvación que le ayudaba a huir de una vida tormentosa, recordó su padre, que había muerto después de ir de hospital en hospital sin que nadie lo quisiera atender por ser negro. Y a medida que lo releía una y otra vez, se identificaba con los sentimientos que expresaban aquellos versos que evocaban sus hermanos del sur linchados por ser culpables de un único pecado: el color de su piel.

Lady Jazz y Meeropol trabajaron juntos durante tres semanas en la adaptación del poema. En sus memorias, Holiday escribió que se esforzó mucho en aquella tarea porque no estaba segura de ser capaz de transmitir a un público de lujo todo lo que aquella composición significaba para ella. El hecho de que Columbia Records no se atreviera con el tema por considerarlo una propuesta demasiado arriesgada alentó aún más sus ganas de grabarla, y no paró hasta que encontró una discográfica que quisiera grabarla. Finalmente convenció a los responsables de Commodore Records que apostaran por ella y la editaran la primavera de 1939. Tan pronto como la lanzaron al mercado, Strange Fruit fue un éxito de ventas. De hecho, fue el mayor éxito de toda la carrera de Holiday y pronto se convirtió en su emblema y en una de las primeras canciones protesta, un grito contra la losa del racismo que aún amenazaría la igualdad racial en Estados Unidos durante décadas.

 

ENOLA GAY Previous Post
HELTER SKELTER Next Post