MACK THE KNIFE
Louis Armstrong
Nace el dramaturgo Bertolt Brecht (1898)
Mack the Knife tiene una historia tan larga y accidentada como la que cuenta la propia canción. La primera vez que apareció este personaje de este tema fue en La Ópera del Mendigo, una obra escrita por John Gay en 1728 y protagonizada por un bandolero llamado Macheath. Pero no fue hasta dos siglos más tarde, cuando el dramaturgo alemán Bertolt Brecht decidió hacer su adaptación, que el relato de la vida de este criminal empezó a popularizarse.
Brecht la tituló La Ópera de los Tres Centavos y, en colaboración con el compositor Kurt Weill, actualizó el guión y la música para convertirla en una crítica marxista del mundo capitalista. Al personaje de Macheath le mantuvo el nombre, pero le dió el apodo de Mackie Messer (Mackie, el Navaja) a la vez que lo presentaba como más cruel y siniestro que el original.
Pocos días antes del estreno, en agosto de 1928, el actor que hacía el papel protagonista pidió que le hicieran una canción de presentación del personaje para suavizar su entrada en escena. Como respuesta a esta petición, le escribieron un «moritat», una balada de origen medieval que hasta principios del S.XIX se utilizaba para relatar las fechorías de un criminal. Brecht se encargó de la letra, que en boca de un cantante callejero, repasaba todo el historial delictivo de Macheath. Y sobre ella, Weill compuso una única melodía de dieciséis compases que se iba repitiendo a lo largo de todo el tema.
El musical y su posterior versión cinematográfica fueron un éxito. Pero este tema introductorio que todo el mundo conocía ya como Mackie Messer todavía lo fue más. Tanto, que acabó convirtiéndose en una de las piezas más interpretadas en los cabarets del Berlín de entreguerras. No obstante, con la llegada del nazismo, Weill y Brecht tuvieron que huir de Alemania y la canción quedó en el olvido durante más de dos décadas.
En su exilio, Kurt Weill se había instalado en Nueva York con su mujer. Allí la pareja coincidió con Marc Blitzstein, un compositor que admiraba mucho la obra de Weill y Brecht. Así que cuando el primero de ellos murió en 1950, Blitzstein decidió coger los temas de La Ópera de los Tres Centavos y hacer la adaptación al inglés. La obra se estrenó a los cuatro años con un éxito de taquilla discreto. Pero el azar quiso que a una de las representaciones asistiera el productor discográfico George Avakian, que rápidamente se dio cuenta de que aquel «moritat» que Blitzstein ya había rebautizado como Mack the Knife tenía un gran potencial como canción instrumental de jazz. La ofreció a varios artistas reconocidos pero nadie quería hacerla. Hasta que la propuesta llegó a Louis Armstrong. El músico se entusiasmó tanto con el tema que, aparte de tocarlo con la trompeta, también lo quiso cantar.
La versión de Armstrong se convirtió en la base a partir de la cual numerosos artistas han hecho sus propias versiones del tema. La más aclamada fue la de Bobby Darin que, en 1959, la llevó a lo más alto de las listas de éxitos. Pero también la interpretaron Bing Crosby, Ella Fitzgerald o Frank Sinatra, que al final de su carrera a menudo la utilizaba como canción de cierre de sus conciertos. En el mundo latino, el músico panameño Rubén Blades fue quien hizo la versión en español con un Pedro Navaja delinquiendo a ritmo de salsa.