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I WONDER
Sixto Rodríguez

Nelson Mandela gana las elecciones en Sudáfrica (1994)

En febrero de 2013, la ceremonia de los Oscar celebrada en el Dolby Theater de Los Ángeles premiaba Searching for Sugar Man con la preciada estatuilla al mejor documental. Con este galardón se ponía en conocimiento de todos la fascinante historia de Sitxto Rodriguez, un cantante estadounidense totalmente desconocido en su país pero que, sin que él lo supiera, se convirtió en un artista muy popular en Sudáfrica.

Sixto Rodriguez, bautizado así por ser el sexto hijo de la familia, creció en Detroit, donde se intentaba ganar la vida cantando en bares y pequeños locales. En 1970 grabó su primer disco, un álbum que tituló Cold Fact y que no tuvo demasiado éxito. Al año siguiente volvió a probar suerte con un segundo trabajo, Coming from Reality, pero los resultados no fueron mucho mejores. Así que asumió el fracaso, abandonó su carrera artística y, para ganarse la vida, entró a trabajar en el sector de la construcción.

Lo que no sabía Rodriguez es que mientras él cambiaba la guitarra acústica por la gaveta de cemento, en Sudáfrica su música triunfaba entre la comunidad blanca que se oponía al apartheid. Su primer disco se convirtió en todo un símbolo de la lucha contra la segregación racial. Y temas como I Wonder fueron el lema de la resistencia contra el gobierno, hasta que en abril de 1994 Nelson Mandela ganó las primeras elecciones con sufragio universal y puso fin al régimen que legalizaba el racismo.

Las letras de sus canciones y el misterio que rodeaba al autor, convirtieron a Rodriguez en una figura muy popular entre los jóvenes sudafricanos a lo largo de los años ochenta. La devoción por aquel músico que sólo conocían a través de sus dos discos fue todo un fenómeno social en el país del extremo más meridional del continente africano. Tiempo después, se extendió el rumor de que el cantante se había suicidado en medio de un concierto y su figura se convirtió en leyenda.

Pero cómo llegó la música de Rodriguez a aquel rincón del mundo al otro lado del Atlántico? A mediados de 1990, intentando averiguarlo, Craig Strydom y Stephen ‘Sugar’ Segerman (apodado así por una de las canciones de Rodriguez titulada Sugar Man) decidieron investigar sobre la vida de su ídolo. Segerman era propietario de una tienda de discos independiente y recordaba haber vendido cerca de medio millón de copias del primer disco del cantante. Empezaron por las compañías discográficas y, tirando del hilo, llegaron a contactar con uno de los productores de Cold Fact. La mayor sorpresa la tuvieron cuando, al preguntarle sobre cómo se había suicidado el cantante, éste les respondió que Rodriguez no estaba muerto. El artículo que escribieron sobre este increíble descubrimiento tuvo un gran impacto entre los sudafricanos, que no sólo se enteraron de que su músico de referencia estaba vivo, sino que unos años más tarde pudieron verlo en directo en los 6 conciertos que el cantante hizo en el país en 1998.

Cuando el director sueco Malik Bendjelloul se enteró de esta historia mientras viajaba por el continente africano, decidió explicarla convertiéndola en un documental. Siguiendo las investigaciones que revelaba el artículo de Strydom y Segerman, Bendjelloul se desplazó hasta Sudáfrica donde, con unos cuantos rollos de Super 8 y su iPhone, grabó imágenes y entrevistas que unos meses más tarde editaría y convertiría en Seaching for Sugar Man. Dos años después del estreno de la cinta, el cineasta se suicidó al no poder superar una profunda depresión. El músico que resucitó del olvido con su trabajo audiovisual sigue viviendo en Detroit acompañado de sus tres hijas y haciendo puntualmente algún concierto.

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