DON’T WORRY BE HAPPY
Bobby McFerrin
El líder espiritual Meher Baba se recupera de un grave accidente de tráfico (1956)
Pocas veces una canción ha sido tan fácilmente reconocible al primer compás como Don’t Worry Be Happy. Y es que la melodía silbada con la que arranca y que se repite a lo largo del tema para introducir cada una de las frases del estribillo, ha convertido esta composición de Bobby McFerrin en todo un clásico. La lanzó en verano de 1988 y su contenido positivo y decidido a contagiar felicidad se convirtió rápidamente en un fenómeno de masas El músico neoyorquino grabó el tema sin utilizar ningún instrumento musical, usando únicamente una superposición de su propia voz. Y el resultado fue tan efectivo que llegó hasta el número uno del Billboard Hot 100, siendo la primera canción a capella que alcanzaba esta posición.
Referenciada como una pieza clave de la filosofía positiva, la letra de Don’t Worry Be Happy invita a ser feliz a pesar de las dificultades y problemas que presenta la vida. La transversalidad de este mensaje, hace que pueda trasladarse a diferentes situaciones tanto personales como colectivas y que conecte fácilmente con todo el que la escucha. Pase lo que pase, «no te preocupes y sé feliz» repite como un mantra la canción. Una frase que McFerrin cogió de una expresión que a menudo utilizaba el maestro espiritual Meher Baba, un excéntrico gurú nacido en la India en 1894 y que había declarado ser el avatar de Dios en forma humana.
Meher Baba se hizo muy popular en Oriente durante la primera mitad del S.XX y durante la década de los cincuenta y los sesenta fue reclutando seguidores también en Europa y América. La recomendación de dejar de lado los problemas y tratar de ser feliz fue uno de los preceptos que predicó toda su vida pero a raíz de un desafortunado episodio personal finalmente fue la frase que quedó asociada a su figura. Fue a raíz de un grave accidente de tráfico que sufrió en diciembre de 1956 en las afueras de la ciudad india de Satara y que generó una inmensa preocupación entre sus fieles. La reacción del maestro ante el desasosiego colectivo fue trasladarles aquel mensaje directo y sencillo que tantas veces le habían escuchado decir: no os preocupéis y sed felices.
Desde aquel momento, la instrucción clara de Meher Baba a los miembros de su comunidad arraigó con tanta fuerza que el maestro decidió incorporarla a los posters y tarjetas inspiracionales que imprimían en diferentes formatos para divulgar sus enseñanzas. Tras su muerte en 1969, muchos de estos objetos se convirtieron en piezas muy apreciadas que sus seguidores atesoraron como elementos de culto. El dúo de jazz formado por Tuck Andress y su esposa Patti Cathcart se hicieron con uno que resaltaba la frase de Meher Baba en colores fosforescentes y la colgaron en su apartamento de San Francisco. Allí fue donde Bobby McFerrin lo vio en 1988. El cartel captó su atención sólo verlo y, inspirado por el encanto y la simplicidad de aquella frase, al cabo de unos días escribía Don’t Worry Be Happy, un tema gracias al cual el músico vivió grandes momentos de felicidad.