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CROSSROADS
Cream

Muere el músico Robert Johnson (1938)

El verano de 2019 el New York Times publicó una serie de necrológicas sobre personas notables muertas a partir de 1851, el fallecimiento de las que no fue recogida en las páginas del diario. Una de ellas estuvo dedicada al guitarrista Robert Johnson, fallecido en 1938 por causas que todavía hoy no están del todo claras. Algunas investigaciones apuntan que murió envenenado con naftalina diluida en una botella de whisky, otros que se lo llevó una neumonía, e incluso los hay que defienden que fue asesinado con un arma de fuego. En su certificado de defunción sólo se recoge que fue a Greenwood, Mississippi el 16 de agosto de aquel año. Hacía tres meses que había cumplido 27 y se convertía así en el primer miembro del grupo de músicos muertos a esa edad y que con el tiempo se ha bautizado como el Club de los 27.

Las escasas 29 grabaciones que hizo de 1936 a 1937 muestran una notable combinación de talento para cantar, tocar y componer, que fueron de gran influencia en diferentes generaciones de músicos. Y su misteriosa y poco documentada vida han generado todo tipo de leyendas alrededor de su figura. Cuentan que cuando comenzó en el mundo de la música Johnson no tocaba muy bien y que, frustrado decidió desaparecer durante un tiempo. Cuando al cabo de un año y medio volvió lo hizo convertido en todo un bluesman se rumoreó que había vendido su alma al diablo en un cruce de carretera a cambio de ser el mejor guitarrista de la historia. Este cruce, además de ser el centro de las especulaciones de sus tratos demoníacos, es el escenario que inspiró uno de sus temas más icónicos: Cross Road Blues.

La canción fue grabada por Robert Johnson a mediados de los años treinta y convertirse en la chispa que encendió la leyenda que rodeó el misterio de su virtuosidad musical a raíz de una entrevista que que le hicieron al guitarrista de blues Son House, donde explicó como Johnson pasó a tocar de forma excepcional en un período de tiempo increíblemente corto. Con el tiempo, se fue especulando sobre la historia y el mismo Johnson terminó de alimentar la leyenda con Me and the Devil Blues, donde canta sobre su encuentro con el mismo Satanás.

Tres décadas más tarde, Eric Clapton recuperó la leyenda de Johnson en Crossroads, el tema que hizo para Cream a partir de una adaptación de Cross Road Blues con algunas partes de Me and the Devil blues. Clapton, Ginger Baker, Jack Bruce lo tocaron por primera vez en un concierto que hicieron en San Francisco en 1968 y al año siguiente lo incluyeron en Live at the Fillmore de su doble álbum Wheels of Fire. El tema se convirtió en uno de los hits de este trío londinense que apenas estuvo activo un par de años y el solo que hace Eric Clapton está considerado por la revista Guitar World como uno de los 10 mejores de la historia.

En 1998, Clapton bautizaría como Crossroads el centro de rehabilitación de abuso de drogas y alcohol que se fundó con su apoyo en la isla caribeña de Antigua. El guitarrista, que durante los años setenta mantuvo una dura lucha contra la depresión debido a su adición a estas sustancias, encontró que éste era un nombre muy adecuado, tanto por todos los éxitos que le había dado la canción que llevaba este nombre como por la esperanza de una nueva vida que ansiaban todos los que entraban en el centro buscando un pacto que los llevara a la salvación.

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