BREAKFAST IN AMERICA
Supertramp
Nace la actriz Kate Murtagh (1920)
A finales de marzo de 1979 la banda británica Supertramp presentaba el sencillo que daba nombre a su sexto álbum de estudio: Breakfast in America. Era un tema que había escrito Roger Hodgson antes de incorporarse a Supertramp en respuesta al anuncio que Rick Davies había publicado en la revista Melody Maker y a través del cual buscaba músicos para formar una banda. Cuando la rescató al cabo de unos años, Davies le pidió que volviera a escribir la letra para actualizar aquellos versos que tenían más de una década, pero Hodgson se negó y la terminaron grabando tal cual había sido creada, relatando la historia de una persona que nunca ha estado en Estados Unidos y que fantasea con el imaginario del país. Además, en ese momento, la temática de Breakfast in America tenía cierta gracia, ya que algunos miembros de la banda acababan de instalarse en Estados Unidos huyendo de la presión fiscal a la que estaban sometidos en el Reino Unido, un elemento que seguramente influyó en que finalmente este fuera el título también del disco.
En el momento de la grabación de Breakfast in America, las relaciones entre Hodgson y Davies comenzaban a ser tensas pero esto no impidió que del estudio saliera el trabajo más exitoso de la banda, un álbum que con más de 18 millones de copias se ha convertido en uno de los más vendidos de la historia. Pero aparte de la calidad de su selección musical, el disco contó con un elemento de marketing que contribuyó en la promoción: su portada. El autor del concepto y la creación artística de esta carta de presentación gráfica de Breaksfast in America es Mike Doud, un diseñador habitual de bandas británicas que registraban en Estados Unidos y que para este trabajo dispuso de total libertad para trabajar su propuesta. Lo único que pidieron los músicos, al igual que ya habían hecho en sus álbumes anteriores, fue que sus fotos no aparecieran en la portada. Su petición se respetó pero finalmente el diseñador les convenció para que salieran en la contraportada desayunando en la barra de un restaurante de Los Ángeles, mientras cada uno de ellos hojeaba un periódico de su ciudad natal y que Doud hizo que les enviaran desde el Reino Unido.
Tras descartar varias ideas sobre elementos icónicos estadounidenses para trabajar el frontal del álbum, Mike Doud se centró en abordar la primera imagen que podría tener cualquier persona que llegara volando a Nueva York de buena mañana: la isla de Manhattan y la Estatua de la Libertad vistas desde la ventanilla del avión. A partir de ahí, comenzó a diseñar la composición a través de dos conceptos. Por un lado, representar los edificios de Manhattan con objetos de menaje de cocina. Por otro, convertir la Estatua de la Libertad en una camarera sirviendo desayunos. Para la realización del primero se construyó una estructura de polietileno pintada de blanco de donde emergían cajas de cereales, tazas, vinagreras, botellas de leche, botes de salsa, cubiertos y otros objetos que se pueden encontrar en una mesa preparada para un desayuno. Para la representación del segundo, se creó el personaje de una camarera llamada Libby que sostiene un zumo de naranja en la mano izquierda mientras que en la derecha lleva el menú de un hipotético bar donde se puede leer «Breakfast in America». La mujer simboliza la Estatua de la Libertad; el zumo, la antorcha que la corona; y el menú, la placa con la fecha de la independencia de los Estados Unidos. Para encontrar la modelo adecuada para encajar en esta composición, se recurrió a una agencia especializada en perfiles fuera de los estándares habituales. Y así es como localizaron Kate Murtagh, una actriz de gran sonrisa y formas voluptuosas que había participado en series de televisión como Luz de Luna, Autopista al Cielo, La Familia Monster o La Dimensión Desconocida y que también había tenido algún pequeño papel en el películas como Desayuno con Diamantes, Adiós, muñeca o Blue Hawaii.
La portada de Breakfast in America fue muy elogiada desde el momento de su lanzamiento y reconocida con el Grammy de ese año al mejor diseño. Dos décadas más tarde, esta icónica imagen volvió a ser noticia cuando algunos señalaron que había sido una predicción del atentado del 11S. La ventana del avión vaticinaría el vehículo elegido para perpetrar la masacre; y el título del álbum haría referencia a la primera hora de la mañana, que es cuando se estrellaron los dos aparatos. Pero el elemento más desconcertante de todos era descubrir que al reflejar la portada en un espejo parece que la «U» y la «P» del «Supertramp” que aparece en la parte superior, justamente sobre las cajas de cereales que representan las Torres Gemelas, forman un 11/9.
