Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

ASTRONOMY DOMINE
Pink Floyd

Muere William Shakespeare (1616)

Su título original era ‘Astronomy Domine (An Astral Chant)’ que, cogiendo la forma latina de domine, se podría traducir como «un canto astral al Señor de la Astronomía». Pero finalmente lo acortaron y quedó simplemente como Astronomy Domine. La canción la había compuesto Syd Barret a principios de 1967 y cuando en el mes de agosto Pink Floyd editó su primer álbum, los miembros de la banda no tuvieron ninguna duda de que ésta debía ser la pieza de apertura.

Se ha especulado mucho sobre si este tema de The Piper at the Gates of Dawn nace de una de las experiencias de Barret con el LSD, en la que el músico habría asociado algunas visiones con su interés por los temas astronómicos. Pero de lo que no cabe duda es que el tema contiene todos los elementos del space-rock que en aquella época estaban desarrollando algunas bandas en la escena underground británica.

La canción arranca con la voz del que entonces era el manager del grupo, Pete Jenner, recitando los nombres de algunas estrellas a través de un megáfono, como si fuera un astronauta que va relatando lo que ve desde su nave. Esta introducción sirvió a Barret, Mason, Wright y Waters para recrear la atmósfera espacial que rodea todo el tema, tanto a nivel musical como de contenido. 

Sin embargo, tras la letra de Astronomy Domine se esconde también una referencia literaria, concretamente a la obra de William Shakespeare. La encontramos en las tres lunas de Urano que Barret eligió mencionar al primer verso: Oberon, Miranda y Titania. Oberon y Titania, son el nombre del rey y la reina de las hadas que aparecen en Sueño de una noche de verano; y Miranda es el nombre de la hija de Próspero, el protagonista de La tempestad.

Las alusiones a títulos de novelas y a los personajes que protagonizan sus historias fueron muy recurrentes en los versos escritos por el líder de Pink Floyd no sólo para este tema, sino para todos los incluidos en el álbum de debut de la banda británica. De hecho, The Piper at the Gates of Dawn toma su nombre de uno de los capítulos de El Viento entre los sauces de Kenneth Grahame, y que seguramente fue el libro más influyente de la infancia de Syd Barret.

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