TRAVELIN’ SOLDIER
Dixie Chicks
Se acaba la Guerra del Golfo (1991)
Como es fácilmente deducible por su título, ‘Travelin’ Soldier’ es una canción sobre un combatiente de guerra. Relata la historia de un soldado americano que se hace amigo de una chica poco antes de alistarse en el ejército. Mientras está en el frente él le escribe cartas, ya que no tiene nadie más a quién dirigirse, hasta el punto que ella acaba siendo la única que se entera de su muerte cuando ésta le sorprende en medio de la batalla.
El cantante de música country Bruce Robison escribió este tema en 1996 ambientándolo en la Guerra de Vietnam. Sin embargo, años más tarde reveló que en realidad lo compuso a partir de su experiencia personal cuando, en 1990, lo llamaron como reservista de la Guerra del Golfo. Pero la historia de esta canción no ha quedado asociada a ninguna de estas dos contiendas bélicas, sino a una tercera: la Guerra de Irak.
Fue a raíz de un hecho ocurrido en medio de una actuación de las Dixie Chicks el 10 de marzo de 2003, justo diez días antes de la intervención estadounidense en este conflicto. Este trío de country femenino había hecho su propia versión de ‘Travelin’’ Soldier’ y en el concierto que aquella noche ofrecían en el Shepherd’s Bush Empire de Londres su vocalista Natalie Maines presentó el tema declarando: «Nos avergüenza que el presidente Bush sea de Tejas».
El comentario no tardó en llegar a Estados Unidos, así como tampoco la reacción de buena parte de los votantes republicanos, que rápidamente iniciaron una campaña contra esta banda de Dallas. Comenzó por las emisoras de música country, la mayoría de las cuales están controladas por familias muy conservadoras y que consideraron las palabras de Maines una ofensa a la institución de la presidencia de la nación. Las artistas recibieron críticas, insultos y amenazas y vieron como en diferentes ciudades del país se organizaban protestas y destrucciones masivas de sus CDs.
El boicot a la banda formada por Natalie Maines y las hermanas Martie Maguire y Emily Robinson se prolongó durante cuatro años y ha sido considerado por muchos ciudadanos americanos una violación de la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, garante de la libertad de expresión del país. Los esfuerzos, las opiniones y las dificultades del grupo durante todo este largo período en que gran parte del país renegó de su música quedaron recogidos en el documental Dixie Chicks, Shut Up and Sing (Dixie Chicks, callad y cantad) que se estrenó en otoño de 2006. Con los 5 premios Grammy que ganaron pocos meses después se dio por terminada su caída en desgracia. Desde entonces, las Dixie Chicks han vendido más de 36 millones de álbumes, convirtiéndose así en la banda femenina que más discos ha distribuido de la historia.