THE WIND CRIES MARY
The Jimi Hendrix Experience
Se inaugura en Londres el local de música en vivo Scotch of St. James (1965)
Situado en el fondo de un callejón del Masons Yard de Londres, el Scotch of St. James fue un local de música en vivo que fue un lugar de encuentro habitual para la élite del rock durante la década de los sesenta y que se convertiría en un club referente de la escena musical de la capital británica hasta su cierre a mediados de los ochenta.
Fue allí donde un entonces desconocido Jimi Hendrix recién llegado de Estados Unidos comenzó a tocar en las jam sessions que se organizaban. Y fue en una de estas actuaciones improvisadas donde aquel virtuoso guitarrista de pelo afro, camisa floreada y chaqueta militar conoció Kathy Etchingham, que sería su novia durante tres años. Ella tenía 20 años y él 24.
Una discusión entre la pareja originó una de las canciones más famosas del músico zurdo. Cuentan que pasó una tarde mientras Etchingham intentaba cocinar un puré de patatas. Cuando le dejó probar a Hendrix, éste le dijo que tenía demasiado grumos y este comentario desencadenó una disputa que terminó con ambos gritando y ella tirándole literalmente los trastos. Esa noche, la chica fue a dormir en casa de una amiga y Hendrix, añorado, le escribió The Wind Cries Mary. Mary era el segundo nombre de Etchingham y el músico menudo lo usaba para dirigirse a ella cuando la quería hacer cabrear.
La canción se publicó pocos meses después y se incluyó en el primer álbum de The Jimi Hendrix Experience y que se tituló Are You Experienced?. La revista Rolling Stone la ha seleccionado como una de las 500 mejores canciones de la historia y son muchos los músicos que la han versionada en diferentes estilos, desde la virtuosidad de la guitarra de John Mayer, hasta la adaptación al piano de Jamie Cullum. A través de artistas como estos, la canción de Hendrix ha vivido una nueva vida al S.XXI, al igual que el club donde el malogrado músico debutó en Europa iniciaba una nueva etapa en 2012 cuando después de más de 30 años estar cerrado, reabría sus puertas con la voluntad de volver a recuperar su posición privilegiada en la escena artística londinense.