TEARS IN HEAVEN
Eric Clapton
Se estrena la película 'Rush' (1991)
En 1991 la productora americana Lili Fini Zanuck debutaba como directora con Rush, una película basada en la novela homónima de Kim Wonzencraft. Protagonizada por Jennifer Jason Leigh y Jason Patric narra la historia de una pareja de policías de Texas que en los años setenta son asignados como agentes encubiertos en un caso del departamento de narcóticos. Para sobrevivir y mimetizarse en el salvaje submundo de dealers y adictos, comienzan a drogarse y terminan enganchados en una complicada trama de vicios y engaños.
Para la banda sonora de este primer trabajo detrás de la cámara, Zanuk confió en Eric Clapton, de quien era una gran admiradora. El encargo llegaba en el peor momento personal del músico británico, que pocos meses antes había perdido a su hijo pequeño en un desgraciado accidente. El pequeño Conor, de sólo cuatro años, cayó desde el 53º piso de un rascacielos de Manhattan. El dolor desgarrador e inconsolable de Clapton hubiera podido devolverlo a las drogas y el alcohol, dos adiciones que habían marcado su vida y que le habían costado mucho superar. Pero en vez de optar por este camino en su desesperación, decidió refugiarse en la guitarra como terapia para calmar su sufrimiento y encontrar una manera de salir del pozo. Y la propuesta de poner música a una película fue una oportunidad para concentrarse en este objetivo.
Clapton estuvo trabajando en el proyecto durante todo el otoño y finales de año tenía listo el álbum que, interpretado por él mismo, se convirtió en la banda sonora de Rush. Entre los temas que incluyó, se encontraba Tears in Heaven una balada donde derramó sus sentimientos más profundos, expresando el deseo como padre de volver a ver a su hijo algún día.
Medio año después del estreno de Rush, Tears in Heaven se lanzó como sencillo y en agosto de 1992 Clapton lo grabó en directo para el disco Unplugged que realizó para la serie de conciertos acústicos organizados por la cadena de televisión MTV. El efecto estremecedor del tema y de su interpretación fue tan impactante, que fue reconocido con tres premios Grammy, entre los que estaba el de mejor canción del año.