SLAVE TO LOVE
Bryan Ferry
Nace la top model Marpessa Hennink (1964)
A mediados de los ochenta las pasarelas y las portadas de las revistas de moda comenzaban a llenarse de bellezas perfectas y cuerpos de infarto. Despuntaba el fenómeno de las Top Models con nombre propio y diseñadores de renombre y marcas conocidísimas las contrataban para hacer lucir sus creaciones y productos. Y en medio de esta eclosión, algunos grupos musicales quisieron aprovechar también el reclamo que suponían aquellas mujeres de físico extraordinario para promocionar sus videoclips. Y así lo hizo por ejemplo Bryan Ferry con Slave To Love.
Después de más de tres años de silencio desde la publicación de Avalon con Roxy Music, la primavera de 1985 Ferry reaparecía en la escena musical con Boys and Girls. Era su sexto trabajo en solitario y en la producción del disco contó con la colaboración de músicos reconocidos como el bajista de King Crimson, Tony Levin; el teclista de los Dire Straits, Guy Fletcher; o el guitarrista de Pink Floyd, David Gilmour. La crítica ha coincidido en señalarlo como un punto de inflexión en su carrera, en el que el músico británico desplegó su vertiente más romántica con unos temas y una puesta en escena que destilaban madurez y refinamiento. Y entre ellos, Slave to Love, el single de presentación del álbum y que condensaba todo este cambio en una canción que se ha convertido en uno de sus grandes éxitos.
Sensual y delicada, esta balada que el año siguiente de su lanzamiento entraría a formar parte de la banda sonora de 9 semanas y media, necesitaba un videoclip que estuviera a la altura de toda la elegancia que desprendía. Por eso para la pieza audiovisual de la canción se contó con tres modelos reconocidas de la época: la sueca Christine Bergström, la francesa Laurence Treil y la holandesa Marpressa Hennik, conocida por sus colaboraciones con Dolce Gabanna. Las tres aparecen intercaladas en diferentes escenas con imágenes muy cuidadas y sofisticadas y que dan a entender que son las amantes del protagonista, interpretado por el mismo Bryan Ferry. En un principio, la canción se consideró como un alegato a la servidumbre del amor en una relación de pareja pero finalmente el cantante desveló en una entrevista que éste es un tema sobre la relación paterno-filial, concretamente sobre los sacrificios que los padres hacen por sus hijos. De hecho, al final del vídeo, con quien se reúne Ferry no es con ninguna de las tres modelos, sino con una niña pequeña que representa ser su hija.
La devoción de Ferry para las modelos es bien conocida. Desde que en la portada del segundo disco de Roxy Music, For Your Pleasure, hizo aparecer a Amanda Lear vestida de cuero negro paseando una pantera, por su vida y sus canciones han pasado, además de Bergström Treil y Hennik, figuras como Kate Moss, Cara Delevingne, Eliza Cummings o Jerry Hall. Esta última, una de las mujeres que más le ha marcado, dicen que fue precisamente quien inspiró Slave to Love cuando ésta le abandonó para irse con Mick Jagger.