ROSES OF PICARDY
Frank Sinatra
Al Capone es capturado por evasión de impuestos (1931)
Aunque su historial de crímenes y delitos penales era interminable, no fue el FBI quien logró poner entre rejas a Al Capone, sino la Agencia Tributaria. Y es que aunque todo el mundo sabía que su mano era la que movía los hilos de la mafia que operaba desde Chicago en los años veinte, fue una sentencia por evasión de impuestos la que el 17 de octubre de 1931 consiguió condenarlo a 11 años de prisión.
Hijo de una familia napolitana instalada en Brooklyn, Alphonse Gabriel Capone llegó a Illinois poco después de que se decretara la Ley Seca. Con esta drástica medida el Gobierno pretendía liberar a la sociedad americana de los maléficos efectos del consumo de bebidas alcohólicas, pero lo que no previó es que esta prohibición generaría un goloso negocio alrededor del contrabando que provocaría la aparición de potentes mafias luchando entre ellas por el control de esta actividad. En aquellos años, y a base de importaciones ilegales, extorsiones, sobornos y asesinatos por encargo, Al Capone se convirtió en el gángster más famoso de todos los tiempos.
Aparte de engrosar su fortuna personal, los clubes clandestinos, las salas de juego secretas, y los prostíbulos que estimulaban el negocio de la venta de alcohol le permitían disfrutar también de sus vicios y de su gran debilidad: la música. Y es que Al Capone era un gran amante de este arte, especialmente de la ópera y el jazz. Pero de todas las canciones que le gustaba escuchar, había una por la que sentía una especial debilidad: Roses of Picardy. No se sabe muy bien cómo una balada británica llegó a convertirse en su tema preferido, pero explican que siempre que veía a alguien sentado ante un piano le pedía que la interpretara.
Con música de Haydn Wood y letra de Frederick Weatherly, Roses of Picardy se publicó en 1916 a través de la prestigiosa editorial musical Chappel & Co y pronto se convirtió en una de las canciones más famosas de la Primera Guerra Mundial. La melodía del tema se le ocurrió a Wood una noche mientras volvía a casa sentado en uno de los asientos del piso superior de un autobús londinense. Una vez terminada, llevó la pieza a su amigo letrista para que le escribiera los versos que mejor pudieran encajar. En el contexto bélico se acababa de instaurar en Europa inspiró a Weatherly una historia de amor ambientada en los campos de batalla del Somme, en la región francesa de La Picardía, al norte del país. Una vez editada, la pieza se popularizó rápidamente y los soldados británicos alistados para ir a los frentes de Francia y Flandes durante aquellos primeros años de la guerra la adoptaron casi como un himno.
Las más de 50.000 copias mensuales que se vendieron de Roses of Picardy aquel 1916 la convirtieron en el mayor éxito musical de ese año. Y terminada la guerra, había tantos británicos que se sabían su letra de memoria que los médicos lo utilizaban como parte de los tratamientos post-traumáticos entre los ex combatientes. Fuera de Europa, la canción también conmovió a los soldados americanos. Y cuando éstos regresaron a casa comenzaron a solicitarla en las radios, dándola a conocer así en Estados Unidos y animando a artistas de todo el país a grabarla tanto en su formato original, como en adaptaciones instrumentales arregladas para diferentes tipos de orquesta. Desde la versión que grabó en 1917 Lambert Murphy, se han hecho más de 150 grabaciones. La que inmortalizó Frank Sinatra en 1962 dentro de su álbum Sinatra Sings Great Songs From Great Britain es una de las que más ayudó a conectar la canción con las generaciones posteriores. Y recientemente, el tenor británico Alfie Boe la ha grabado también para la banda sonora de la serie de televisión Downton Abbey.
Qué tenía esta canción que era capaz de tocar la fibra de uno de los gangsters más despiadados de la historia seguramente nunca lo sabremos. Pero algunos apuntan que al escucharla Al Capone reconocía la tristeza que en el fondo sentía en su vida. Y es que detrás de la figura de hombre fuerte y poderoso que proyectaba, se escondía un hombre que se veía a sí mismo como una figura trágica. Y probablemente la historia de Roses of Picardy lo conectaba con estos sentimientos más íntimos.