Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

PRINCESA
Joaquín Sabina

Se estrena la película 'El Pico' (1983)

En la década de los ochenta, la heroína se convirtió en uno de los grandes problemas de la sociedad española. La absoluta desinformación sobre el mundo de las drogas hizo que millones de jóvenes probaran diferentes sustancias y que muchos de ellos acabaran convirtiéndose en adictos a las más duras. El otoño de 1983 la prensa informaba que un 91% de los jóvenes del país había probado algún tipo de estupefaciente y que el número de muertes por sobredosis de heroína se acercaba al centenar. En este contexto, el 4 de octubre se estrenaba ‘El Pico’, una película de Eloy de la Iglesia sobre la adicción a la heroína de aquellos años. La cinta presentaba de forma cruda situaciones que se producían diariamente en diferentes rincones de la geografía española y que no sólo el cine recogió en diferentes títulos, sino que también se convirtió en el trasfondo de algunas canciones de aquella época. Princesa, de Joaquín Sabina, es una de ellas.

Sabina escribió la letra de Princesa en 1981 sobre la música compuesta por Juan Antonio Muriel, quien también grabó la canción aunque sin el éxito del cantautor de Úbeda. Publicado en 1985 en Juez y Parte, el cuarto disco de Sabina donde el músico tocaba acompañado de la banda Viceversa, el tema narra la historia de una chica de la que se habría enamorado pero que perdió todo su encanto por culpa de su adición a la heroína. A lo largo de los versos, describe el deterioro físico y mental de la joven atrapada en la espiral de la drogodependencia, que recurre a la delincuencia para conseguir su dosis diaria y que termina sus días en el atraco a una farmacia.

Durante dos décadas, los fans de Sabina vivieron creyendo que Princesa relataba una historia real de final trágico, de la que sólo sabían lo que explicaba la letra. El retrato de la chica se definió un poco más cuando el cantautor publicó su libro de memorias, donde reveló que era una chica que había conocido y con la que solía acostarse cuando visitaba Logroño. En las páginas de Sabina en carne viva el músico explica que tuvieron encuentros esporádicos durante un tiempo, pero que su relación terminó cuando ella se fue a Madrid, donde entró en contacto con el mundo de las drogas y se enganchó a la heroína. Sabina cerraba el capítulo comentando que la historia de aquella joven le sirvió de inspiración para la canción y que a pesar de que ya no tenía contacto con ella, supo que afortunadamente su princesa había conseguido superar los malos momentos y pudo salir del mundo de las drogas.

No fue hasta 2017 que finalmente se conoció la identidad de la chica y con ella la historia real de su vida, que a fecha de hoy transcurre plácidamente en la ciudad de Barcelona. La reveló la misma protagonista en su blog, una web actualmente desindexada. Se llama Arianne Sved y es hija de un húngaro que huía de Stalin y una española instalada en el Reino Unido. Nació en Harrogate, en el condado inglés de Yorkshire y se trasladó con su familia a la capital riojana cuando era una adolescente. Tenía 17 años cuando conoció a Sabina (14 menos que él) aunque esto no le impidió tener una relación esporádica con el cantante durante un tiempo. Y si bien es cierto que Arianne vivió un tiempo, como tantos jóvenes de aquella época enganchada a la heroína, explica que, afortunadamente, nunca sufrió ninguna sobredosis y tampoco cometió el robo que se describe en la canción. Lo que sí recuerda es que fueron unos años duros donde (aunque ella logró despegarse a tiempo) muchos amigos suyos murieron atrapados a causa de esta adicción. Camino de los sesenta, actualmente Arianne reside en Barcelona con su marido y trabaja de profesora particular y de traductora.

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