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IT’S A HARD LIFE
Queen

Se estrena la ópera 'Pagliacci' del compositor Ruggero Leoncavallo (1892)

Como gran apasionado de la ópera que fue, Freddie Mercury recurrió a diferentes elementos de este género musical en algunas de sus composiciones. Y probablemente uno de los temas que mejor lo ejemplifica es It’s a Hard Life, una pieza inspirada Pagliacci, una ópera trágica del compositor napolitano Ruggero Leoncavallo y que relata una historia de amores e infidelidades en el marco de la representación de una compañía de cómicos ambulantes. Leoncavallo la escribió a finales del S.XIX inspirándose en la Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni y, desde que se estrenó en mayo de 1892 en el Teatro dal Verme de Milán, es habitual que ambas óperas se representen en un programa doble.

Pero ¿en qué elementos de este Pagliacci se inspiró Freddie Mercury para escribir It’s a Hard Life? Básicamente dos. El primero lo encontramos en la intro de 20 segundos que precede la entrada del piano y la voz de Mercury y que está basada en el aria más famosa de esta ópera y que se conoce como Vesti La Giubba. Esta pieza escrita para tenor con que termina el primer acto, es la que recoge el momento en que Canio, el cómico protagonista, descubre la infidelidad de su esposa mientras debe prepararse para hacer el espectáculo de ese día. El segundo es la ambientación que se eligió para el videoclip de presentación de la canción y que intenta recrear el set de esta ópera. Toda la idea creativa fue obra del líder de Queen y supuso una gran inversión en actores, escenografía y elementos de atrezzo. Se rodó en Munich lo largo de dos días en que los músicos se convirtieron en artistas operísticos, ataviados con vestuarios extravagantes. La guitarra que toca Brian May, con una caja en forma de calavera y un mástil en forma de hueso que era prácticamente imposible de tocar, se construyó a medida en Japón expresamente para la grabación.

El tema se lanzó el verano de 1984 como tercer sencillo del álbum The Works, y siguió la estela de éxito que tres meses antes ya había tenido I Want to Break Free. Brian May y Roger Taylor explicaron en una entrevista que ésta era una de las canciones favoritas de Freddie Mercury. Lo que es evidente es que con ella el cantante pudo hacer un homenaje al género operístico del que era tan fan. Cuatro años más tarde sin embargo, el líder de Queen tuvo una nueva oportunidad de interactuar con ella, cumpliendo uno de sus sueños: grabar un tema con Montserrat Caballé. Mercury era un devoto admirador de la soprano desde que la había visto por primera vez en una representación de la ópera de Verdi ‘Un ballo in maschera. Desde entonces, al músico le rondaba por la cabeza escribir algún tema para dedicarle y finalmente en marzo de 1987 grabó una maqueta y se la llevó personalmente. Caballé quedó impresionada con la melodía y accedió a grabar un disco con él en forma de dúo. El tema principal de este trabajo y que dio nombre del álbum fue Barcelona, una canción que se convirtió en el oficial de los Juegos Olímpicos que se celebraron en la capital catalana en 1992. Desgraciadamente los dos artistas no pudieron interpretarla juntos el día de la inauguración de los Juegos, ya que Mercury murió siete meses antes a causa de una bronconeumonía complicada por el SIDA.

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