Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

HOTEL CALIFORNIA
The Eagles

Anton Szandor LaVey publica La Biblia Satánica (1969)

Los intentos para introducir pactos con el diablo en la biografía de músicos o para asociar la presencia de Satán en sus creaciones ha sido una constante en la historia. Suelen ser teorías basadas en especulaciones no contrastadas pero que se extienden de forma exponencial hasta formar parte del imaginario colectivo. Y es que las ganas de ver conexiones entre el mundo de la música y las fuerzas del mal ha sido siempre muy golosa, ya sea por la prodigiosidad del talento de un autor, por el extraordinario éxito de una pieza o por el misterioso significado de sus versos. Es precisamente en este último contexto que se escribe una de las leyendas que ha acompañado a lo largo de más de cuatro décadas en el tema más famoso de The Eagles.

Presentada como single del álbum del mismo nombre en febrero de 1977, Hotel California es una composición de Don Felder con letra de Don Henley y Glenn Frey. La ambigüedad del relato que recoge su letra ha originado diversidad de interpretaciones. De todas ellas, la que se despliega para conectarla con el entorno satánico es una de las más curiosas. El eje vertebrador de esta vinculación recae en la figura de Anton Szandor LaVey, creador de la Iglesia de Satán. Esta organización es la primera de la historia abiertamente dedicada a la venerar lo que sus adeptos consideran la verdadera naturaleza del hombre: una bestia carnal, que vive en un cosmos que se rige por las fuerzas oscuras. Nacido en 1930 en una familia de ascendencia judía de origen ucraniano, LaVey fundó esta doctrina en 1966 y, tres años más tarde, escribió La Biblia Satánica, la obra que recoge los fundamentos ideológicos, ensayos y rituales en los que se basa todo el movimiento existencialista que la rodea.

Las conexiones entre Hotel California y LaVey comienzan con el título, ya que se ha especulado que éste estaría inspirado en la dirección donde fundó la Iglesia de Satán: la avenida California de San Francisco. También en la parte gráfica del disco se han querido encontrar un par de elementos que sustentaran esta teoría. El primero es el edificio que se escogió para la portada del disco: el hotel Beberly Hills de Sunset Boulevard, y que era un punto de reunión habitual de los fieles de esta doctrina. El segundo, reside en la fotografía interior del álbum, hecha en otro hotel, el Lido de Hollywood, y donde se ve una multitud de gente entre la que hay un hombre calvo con perilla, que algunos han identificado como Anton LaVey. 

Pero es en la letra del tema donde encontramos las referencias más citadas partir de las que se ha intentado construir esta teoría sobre las connotaciones satánicas que esconde Hotel California. El protagonista de la canción llega a un establecimiento tan misterioso que tanto podría ser el cielo como el infierno. La mujer que lo recibe se interpretaría como la sacerdotisa que le iniciaría en los preceptos de la Iglesia de Satán. Y las voces oye desde el fondo del pasillo dándole la bienvenida, provendrían del resto de fieles acogiéndolo en su congregación. Cuando estas mismas voces lo despiertan a medianoche, se acerca al bar, pide vino (que podría interpretarse como la sangre de Cristo) y el camarero le responde que no tienen alcohol desde 1969, que es la fecha en que LaVey publicó la Biblia Satánica.

Finalmente, y para terminar de cerrar este listado de indicios que convertían Hotel California en un altavoz de los preceptos de la Iglesia de Satán, se extendió la idea de que en la segunda estrofa de la canción se escondía una referencia directa al diablo. Este mensaje oculto que sólo podría escucharse reproduciendo el vinilo al revés se encuentra en el verso «This could be heaven or this could be hell» (podría ser el cielo o el infierno) y que invertida sonaría como «Yeah, Satan. How he organized his own religión» (Sí, Satanás. Cómo organizó su propia religión). 

Tengan fundamento o no, todas estas especulaciones forman parte ya de la historia del enigmático hotel de canción, en el que, como reza en el último verso, es difícil no quedar atrapado: «You can check out any time you like but you can never leave» (puedes hacer check out cuando quieras, pero nunca podrás irte).

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