HIGHWAY TO HELL
AC/DC
En Panamá se produce el golpe militar fallido contra la dictadura del General Noriega (1989)
El 3 de octubre de 1989 se produjo un intento de golpe militar para derrocar al General Noriega del Gobierno de Panamá. Sin embargo, el golpe de Estado liderado por Moisés Giroldi no tuvo éxito y el dictador se mantuvo en el poder hasta que en 1989 fue definitivamente apartado por Estados Unidos cuando invadieron este país de América Central.
Noriega hacía tiempo que colaboraba con la CIA y durante la década de los cincuenta se convirtió en una de las fuentes de inteligencia más valiosas del gobierno estadounidense, así como una de las principales vías de tráfico de armas, equipo militar y fondos destinados a fuerzas de contrainsurgencia latinoamericanas financiadas por Estados Unidos. Esta colaboración se rompió en diciembre de 1989 cuando el presidente George HW Bush ordenó la invasión de Panamá, en una acción en la que participaron más de 24.000 soldados. La operación, que se cobró miles de muertes de civiles y militares, causó el desmantelamiento de las fuerzas militares panameñas, el caos económico y social en el país y, finalmente, la detención de Noriega.
Durante la invasión, Noriega buscó de forma desesperada para tratar de escapar de los americanos. Probó diferentes opciones y finalmente encontró refugio en la Nunciatura Apostólica de la Ciudad de Panamá. Ante la imposibilidad de poder franquear los muros de esta sede vaticana, las fuerzas estadounidenses optaron por rodear el edificio y forzar la rendición del dictador utilizando un arma secreta: rock duro a todo trapo. Los soldados americanos instalaron unos potentes altavoces en los vehículos militares desde los que hicieron sonar sin parar durante tres días Highway to Hell de AC/DC. Noriega era un gran amante de la ópera, y para él tener que soportar esa música de los hermanos Young y Bon Scott casi sin interrupción y a un volumen ensordecedor fue una auténtica tortura. Tanto, que finalmente acabó rindiéndose y entregándose a las fuerzas estadounidenses.
Highway to Hell era la canción que había dado nombre al sexto álbum de estudio de esta banda australiana formada a principios de los setenta. Lo publicaron el verano de 1979 y fue el último que grabó Bonn Scott, que murió por una intoxicación etílica a los seis meses del lanzamiento del disco. Cuando diez años más tarde, se convirtió en la canción que consiguió acabar con la paciencia de Noriega acorralado dentro la embajada vaticana en Panamá, el nuevo vocalista de la banda, Brian Johnson declaró: «creo que después de esto el Papa nunca nos llamará para que toquemos para él».