Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

EVERYBODY’S TALKING
Harry Nilsson

Se estrena la película 'Midnight Cowboy' (1969)

Más allá de sus cualidades artísticas y técnicas, Midnight Cowboy (Cowboy de medianoche en su versión en español) ha pasado a la historia del cine por ser el único film clasificado con la etiqueta X por sus escenas eróticas que ha conseguido ganar el Óscar a la mejor película. Dirigida por John Schlesinger y protagonizada por Dustin Hoffman y John Voight, narra la historia de un joven tejano que se establece en Nueva York para convertirse en gigoló. La decepcionante realidad con la que se encuentra una vez allí le arrastra hacia un mundo sórdido de ambientes lúgubres y circunstancias marginales estremecedoras. El ridículo retrato que la película hace de este cowboy, es uno de los elementos que hacen que, junto con The Misfits de John Houston, Midnight Cowboy se considere como el título que marca el final de la edad de oro de los westerns americanos.

Pero este título ha quedado también asociado a Everybody’s Talking, la canción principal de su banda sonora y que suena en la apertura del film. Éste es un tema que fue escrito en 1967 por el cantante y compositor Fred Neil y que en el momento de su lanzamiento pasó desapercibido. La pieza captó la atención de un entonces desconocido Harry Nilsson que decidió versionarla unos meses más tarde e incluirla en un disco que tituló Aerial Ballet. Nilsson no tuvo mucho más éxito que Neil con su interpretación del tema pero la suerte de Everybody ‘s Talking cambió en 1969 gracias a Midnight Cowboy. Nilsson se enteró que Shlesinger buscaba la pieza musical central de la película y le propuso un tema suyo titulado I Guess The Lord Must Be in New York City que era sospechosamente muy parecido al que había reinterpretado de Neil. Pero el director lo descartó y en su lugar eligió su versión de Everybody’s Talking.

El impulso cinematográfico que la película dio a la canción y a su autor fue enorme. El disco superó el millón de copias vendidas y Nilsson ganó por su interpretación el Grammy que le acreditaba como el mejor intérprete vocal masculino de aquel año. Después de este gran éxito, el músico pasó una época difícil en la que, refugiado en la bebida, intentaba encontrar un nuevo tema que le ayudara a mantenerse en el alto nivel en que se había situado con Everybody’s Talking. Pero las musas no estaban de su parte y no parecía capaz de escribir nada que estuviera a la altura. Y no fue hasta 1971, cuando en el tocadiscos de una fiesta sonaron las notas de de un tema titulado Without You, que se dió cuenta que acababa de escuchar la canción que buscaba. En un primer momento pensó que se trataba de un tema de los Beatles, y cuando supo que era de los británicos Badfinger ya había decidido que quería hacerse suya aquella canción. Unos meses más tarde, su versión de Without You se convertía en un éxito mundial superando incluso las cifras de venta y popularidad conseguidas con Everybody’s Talking. Así pues, Nilsson ha pasado a la historia de la música como un compositor prolífico pero que paradójicamente no es autor de ninguno de los dos temas por los cuales es recordado.

FREE BIRD Previous Post
PHILADELPHIA FREEDOM Next Post