Una efeméride. Una canción. Y la historia que las conecta. Cada día. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

PHILADELPHIA FREEDOM
Elton John

Se juega el partido de tenis bautizado como 'La guerra de los sexos' 1973)

El 20 de septiembre de 1973 la pista del Astrodome de Houston se vistió de gala para acoger un partido histórico. Dentro, más de 30.000 personas llenaron las gradas. Fuera, 150 millones de telespectadores de todo el mundo lo siguieron por televisión. Y todos ellos pendientes de dos estrellas del tenis: Billie Jean King y Bobby Riggs. Ella, una feminista convencida. Él, un machista declarado. No había ningún título sobre la mesa. Pero sí un gran reto: luchar por la igualdad de género en el ámbito deportivo.

En ese momento, Billie Jean King se encontraba en el momento más álgido de su carrera. Tenía treinta años y con 39 títulos de Grand Slam era la jugadora número 1 del circuito profesional femenino. Su juego rápido, directo y su golpe de revés letal la hacían imbatible y convertía sus partidos en un gran espectáculo. Pero no entendía por qué las jugadoras femeninas ganaban menos dinero que sus compañeros de la categoría masculina.

Bobby Riggs hacía quince años que se había retirado del tenis profesional. Tras ganar Wimbledon en 1939, inició una época dorada que a principios de los cuarenta lo convirtió en uno de los mejores jugadores del mundo. Con los años, se volvió una persona excéntrica, mediática y provocadora, muy acostumbrada a lanzar comentarios sexistas. Frases como «las mujeres pertenecen a la cama y a la cocina», «deben quedarse en casa cuidando a los niños» o » no tienen estabilidad emocional para ser atletas» eran algunas de sus preferidas y, como era de esperar, este tipo de declaraciones enervaba a mujeres como King. Así que cuando Riggs la retó a jugar lo que se bautizó como el partido de «La guerra de los sexos» para demostrar la superioridad del hombre sobre la mujer, ella aceptó encantada. La victoria de King aquella tarde de septiembre por 6-4, 6-3 y 6-3 supuso un punto de inflexión en la reclamación de la igualdad de retribuciones económicas entre hombres y mujeres en el ámbito deportivo, en una época en que ellos ganaban hasta ocho veces más que ellas.

Poco después de aquel histórico partido, Elton John tuvo la oportunidad de conocer a Billie Jean King, con quien rápidamente se entendió muy bien. Admiraba mucho a la tenista y su compromiso, así que pidió a Bernie Taupin, autor de la mayoría de las letras de sus canciones, que escribiera un tema sobre la hazaña de su admirada amiga. Taupin aceptó el encargo pero le comentó que no podía escribir un tema sobre un partido de tenis, así que bajo el título de Philadelphia Freedom, que era el nombre del equipo del que la jugadora formaba parte, compuso unos versos sobre el amor y la dedicación a una causa. Aprovechando la referencia toponímica, aprovechó también para dedicar el tema al Sweet Phili un estilo musical de influencia soul y funk, que a principios de aquellos años setenta había surgido en aquella ciudad de Pensilvania.

Al cantante le gustó el enfoque que le dio el letrista y el verano de 1974, aprovechando diferentes paradas en las sesiones de grabación de Captain Fantastic, la registró como single. El tema se presentó en febrero de 1975 y en pocas semanas se convirtió en número 1 en Estados Unidos, un hito que el artista británico logró por cuarta vez en las listas de ese país. No todo el mundo que escuchaba la canción conocía la historia, pero para los más detallistas, en el vinilo Elton John incluyó una inscripción donde se podía leer «Con amor a BJK y al sonido de Filadelfia». A lo largo de los años, el músico y la tenista han seguido siendo amigos y han colaborado juntos en varias causas filantrópicas, ayudando a recaudar fondos para la igualdad de derechos y participando juntos en proyectos sobre el SIDA.

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