DEMONS

Imagine Dragons

Muere Tyler Holt Robinson, inspirador de la Tyler Robinson Foundation (2013)

“Mi nombre es Tyler Robinson y me gustaría contarte mi historia”. Con esta frase comienza el relato en primera persona de la experiencia de un adolescente de 17 años en su lucha contra el cáncer. Después de un año haciendo frente a la enfermedad con coraje y valentía, el joven consiguió salir adelante y en este texto compartía todo lo que había aprendido durante aquellos meses de tratamiento doloroso. Pero semanas después de escribirlo, el cáncer se le reprodujo y Tyler murió a los pocos meses. Para mantener vivo su recuerdo e intentar que su ejemplo pudiera servir a otros chicos y chicas con con esta enfermedad, su familia creó junto con la banda musical Imagine Dragons la Tyler Robinson Foundation.

Tyler era un gran fan de la banda de Las Vegas. Su música le ayudó mucho mientras hacía el tratamiento médico y por eso quiso hacerles llegar su historia. Los miembros del grupo quedaron tan impresionados, que decidieron dedicarle su canción favorita en uno de sus conciertos. El tema era ‘It’s time’ y aquel gesto fue el inicio de la vinculación de Imagine Dragons con la familia de Tyler, una relación que se materializó con la creación de la organización benéfica que lleva el nombre del chico y que recauda fondos para ayudar económicamente a las familias de niños y adolescentes enfermos de cáncer.

La muerte inesperada de Tyler en marzo de 2013 afectó tanto los músicos, que decidieron rendirle un último homenaje en el videoclip de su lanzamiento más reciente: Demons. El tema es un grito de apoyo a todas aquellas personas que se enfrentan cada día a sus demonios interiores. Ambientado en una actuación en directo de la banda, el vídeoclip de la canción recoge diferentes historias reales que ilustran el mensaje de la letra: una chica huérfana, un joven con el síndrome de Marfan, un adolescente víctima de maltrato y un soldado con traumas de guerra. Como cierre de la pieza, el grupo añadió las imágenes que inmortalizan el emotivo momento en que el vocalista Dan Reynolds canta con Tyler Robinson el estribillo de It’s time en medio de un concierto, con un mensaje sobreimpreso para animar a la gente a colaborar con la fundación que lleva su nombre.