BORN ALONE
Wilco
Nace la poeta Emily Dickinson (1830)
El proceso creativo a menudo es un camino con tantas bifurcaciones como artistas que lo recorren. Por eso no es de extrañar que, a veces, de mecanismos aleatorios surjan resultados sorprendentes. Es el caso de la fórmula que el líder de Wilco utilizó para componer la letra de Born Alone, de uno de los temas referentes de esta formación de rock alternativo formada a mediados de los noventa en Chicago. Los riffs, la melodía y la progresión de los acordes se le ocurrieron durante unas vacaciones en México, donde había viajado para pasar el fin de año. Pensando que podía servirle más adelante, grabó aquellos fragmentos en el móvil y unos meses más tarde, mientras preparaba nuevos temas para el nuevo disco de la banda en su casa de Michigan recuperó aquel material. La música era una buena base pero había que ponerle letra y, sin una temática clara sobre la que escribir, decidió buscar ayuda entre los clásicos.
Tweedy se acercó a la librería, cogió una recopilación de poesía americana y hojeando las páginas del volumen que tenía entre las manos fue a parar a una sección de poemas de Emily Dickinson. Los versos apasionados de esta autora que destacó como una de las plumas referentes de medios del S.XIX captaron su atención. Pero en vez de leerlos a conciencia se dedicó a hacer una selección de palabras que por algún motivo le parecieron atractivas. Cuando ya tenía un montón de conceptos anotados, se fijó bien en cada uno de ellos y se sumergió en el ejercicio de intentar escribir un poema intentando utilizar tantas como pudiera. Poco a poco, aquella colección aleatoria de sustantivos, verbos y adjetivos prestados de Dickinson fueron formando versos. Y con algunos ajustes para hacerlos encajar en la métrica de la melodía que ya tenía bastante clara en la cabeza, cerró la letra definitiva de Born Alone.
Cuando Jeff Tweedy presentó la canción al resto de la banda y la empezaron a tocar con las guitarras acústicas, surgieron algunas aportaciones del resto de músicos que acabaron de configurar la canción tal y como se grabó finalmente. En una entrevista, Tweedy confesó que, al interpretarla durante la sesión de grabación, la frase final «I was born to die alone» (nací para morir solo) le pareció que era una de las cosas más terribles que se podían cantar pero que a la vez también contenía un mensaje desafiante. Esta ambigüedad en la letra le pareció fascinante y consideró que merecía que fuera acompañada de algún elemento que la destacara. Así que propuso acabar Born Alone utilizando un recurso musical para buscar el mismo efecto. Y para ello recurrieron a lo que se conoce como el tono de Shepard, una ilusión auditiva creada por el científico cognitivo Roger Shepard y que a partir de un sonido complejo generado electrónicamente crea una escala musical que logra engañar al cerebro, haciéndole creer que está subiendo y bajando continuamente cuando en realidad no lo está haciendo. Este es un recurso utilizado por algunos cineastas en sus bandas sonoras (Christopher Nolan es uno de ellos) y que Pink Floyd ya utilizó a principios de los setenta en Echoes cuando en los últimos segundos del tema se puede escuchar una escala de Shepard mezclada para crear el efecto de un ascenso continuo emergiendo y desvaneciéndose entre los sonidos de la guitarra de David Gilmour.