EVERYDAY IS LIKE SUNDAY
Morrissey
Nace el director de cine Stanley Kramer (1913)
Un mes de septiembre de finales de los ochenta, Morrissey visitó la localidad portuaria de Borth, en Gales. Hacía poco que habían acabado las vacaciones de verano y las calles del pueblo vacías de gente y actividad comercial, transmitían una sensación casi fantasmagórica. Esta imagen solitaria cercana al abandono de aquella población costera, impactó al músico británico y le hizo pensar en una novela que hacía poco había caído en sus manos: On the Beach (La hora final en su versión en español) una obra del escritor británico Nevil Shute que relata la historia de un grupo de personas que espera en Melbourne la llegada de un inminente holocausto nuclear. Publicado en 1957 este libro tuvo muy buena acogida y aún se hizo más popular al cabo de tres años cuando el director neoyorquino Stanley Kramer hizo su adaptación cinematográfica con una película post-apocalíptica protagonizada por Gregory Peck y Ava Gardner.
Morrissey hacía poco que acababa de abandonar The Smiths y comenzaba a trabajar en los temas que debían formar parte de su debut en solitario. Y en este estado creativo, el músico británico captó la esencia de aquella mezcla de sentimientos de soledad, devastación e inactividad que le transmitía aquel pueblo turístico fuera de temporada y las referencias a On the beach y la usó como fuente de inspiración para escribir Everyday Is Like Sunday. A través de sus versos, Morrissey recogió instantáneas que combinaban imágenes de ambas referencias y que acababan conformando todo un imaginario de sensaciones muy cercanas a las que se puede tener un domingo donde todo está cerrado y el vacío de las calles se apodera del estado de ánimo gris que hace pensar que se acerca del fin del mundo.
Pocos meses después de terminarla, Morrissey grabó Everyday Is Like Sunday, junto con el resto de temas que seleccionó para Viva Hate, su primer trabajo discográfico como solista y que se publicó a principios de 1988. La canción se presentó como segundo sencillo del disco y pronto escaló posiciones en las listas musicales, llegando al Top Ten del ranking de singles del Reino Unido y convirtiéndose en una de las canciones más populares de este excéntrico autor. De entre las versiones que han hecho del tema otros artistas, destaca la de Chrissie Hynde con The Pretenders en una adaptación para la banda sonora de Boys on the side (traducida como Sólo ellas … los chicos a un lado) y que tuvo bastante éxito a mediados de los noventa.