REHAB
Amy Winehouse
Se cierra la clínica The Causeway Retreat (2010)
La carrera de Amy Winehouse fue tan corta como intensa. Su voz excepcional la convirtió en una de las vocalistas referentes de los últimos tiempos. Pero la fuerza de sus cuerdas vocales contrastaba con la fragilidad de su persona, una condición que combinada con su dependencia de las drogas y el alcohol, resultó letal.
Su relación con el actor Blake Fielder-Civil fue uno de los elementos que marcó la tormentosa vida de Winehouse. Se conocieron en 2005 en un bar de Londres y durante unos meses vivieron una intenso romance. Cuando antes de terminar el año él decidió abandonarla para volver con su antigua novia, la cantante quedó destrozada y con el nombre de ‘Blake’ tatuado a la altura del corazón. Aquel bache la hundió en una depresión que deterioró mucho su estado de salud. Se atiborraba de pastillas, perdió peso debido a la bulimia y tenía violentos cambios de humor. Fueron unos meses muy duros para ella pero finalmente se recuperó y la primavera de 2006 se encontró bastante bien para grabar su segundo y último álbum, un trabajo que tituló Back to Black y que, con este juego de palabras, dedicó a Blake.
El disco y su sencillo principal Rehab fueron todo un éxito y su excelente acogida coincidió con un período de buena salud física y emocional de Winehouse. Fue uno de los mejores años de su corta carrera. Back to Black fue número uno en el Reino Unido, disco de platino en Estados Unidos y, gracias a este trabajo, la cantante ganó el Brit Award como mejor artista británica y 5 premios Grammy. Pero el reencuentro con quien consideraba el hombre de su vida la hizo volver a caer en una espiral negativa. Amy y Blake se casaron en Miami en mayo de 2007 y desde entonces la cantante comenzó a consumir drogas duras a las que él ya era adicto. Ese mismo verano canceló varios conciertos alegando agotamiento y enfermedad, pero a las pocas semanas tuvo que ser hospitalizada de urgencia por una sobredosis de heroína, crack, cocaína y ketamina, combinada con alcohol.
Con Rehab la cantante triunfaba con su negativa a someterse a un proceso de desintoxicación, pero su dependencia era tan grande que finalmente tuvo que ceder. En agosto de 2007 ella y su marido ingresaron en una clínica para empezar un programa de desintoxicación. La institución que eligieron para el tratamiento fue The Causeway Retreat, un centro situado en la isla de Osea, en el sureste del Reino Unido donde, por 10.000 libras esterlinas a la semana, ofrecían terapias para combatir adicciones a todo tipo de drogas y al alcohol. La clínica, era una preciosa casa señorial de principios del S.XX rodeada de un amplio entorno exterior. A parte del edificio central, disponía de varias construcciones aisladas que ofrecían un alojamiento con todo tipo de servicios exclusivos, y un estudio de grabación de sonido que contaban que había sido utilizado por Bob Marley. De hecho, la vendían como la primera y única isla del mundo dedicada al tratamiento de la adicción y los problemas de salud mental. Pero detrás de estos atractivos argumentos comerciales, The Causeway Retreat ocultaba algunas irregularidades y una gestión poco transparente. Las denuncias de algunos pacientes hicieron que el área de Salud del gobierno británico abriera una investigación de la clínica y que en abril de 2010 ordenara su cierre.
En programas de tratamiento de adicciones, los especialistas suelen desaconsejar que los miembros de una pareja hagan el proceso juntos, pero The Causeway Retreat admitió al matrimonio Fielder-Winehouse para que siguieran el programa juntos. En su estancia en el centro, la relación de la pareja quedó totalmente deteriorada. De aquellos días ha quedado un vídeo casero donde Blake pedía de forma socarrona a Amy que cantara una versión de Rehab alterando el «No, no, no» del tema en el comentario «They tried to make me go to rehab» (intentaron hacerme ir a rehabilitación). La escena no hizo ninguna gracias a la cantante.
Amy Winehouse superó el tratamiento recibido en The Causeway Retreat, pero todavía ingresaría hasta tres veces más en diferentes centros de desintoxicación en los cuatro años siguientes. Su divorcio de Blake Fielder-Civil en julio de 2009 la volvió a sumir en una grave depresión que la llevó de nuevo a sufrir desórdenes alimentarios y a recaer en el abuso de las drogas y el alcohol. Fueron dos años muy críticos y fluctuantes, y con cada recaída su deterioro físico y mental se agravaba cada vez más. Al final, la cantante no fue capaz de afrontarlo y el 23 de julio de 2011 fue encontrada muerta en su casa de Londres. Le faltaban dos meses para hacer 28, así que el Club de los 27 incorporaba un nuevo nombre a su maldita lista de jóvenes músicos que no superaron esta edad.