THE LONESOME DEATH OF HATTIE CARROLL
Bob Dylan
Muere William Zantzinger (2009)
La medianoche del 9 de febrero de 1963 un hombre blanco vestido con frac y sombrero de ala ancha entró e el bar del prestigioso Hotel Emerson de Baltimore. Iba bebido y de malas maneras pidió un bourbon. La camarera, una mujer negra de mediana edad, atendía otro cliente en ese momento, así que le dijo que se esperara un segundo que enseguida estaría con él. El hombre no recibió nada bien la respuesta y entró en cólera, primero gritándole con insultos racistas y después golpeándola brutalmente con el bastón que llevaba en la mano. A raíz de los golpes, la mujer murió de una hemorragia interna al cabo de ocho horas.
Según recogió la prensa local, el asesino se llamaba William Devereux Zantzinger y era hijo de un adinerado plantador de tabaco de Maryland. La víctima, Hattie Carroll era madre de once hijos y presidenta de una asociación afroamericana. La crónica detallaba que los abogados de Zantzinger habían argumentado que Carroll no había muerto a causa de la paliza, sino por un accidente cardiovascular provocado por el estrés que le había generado el ataque. Y destacaba también que el juez había dictaminado que se trataba de un homicidio involuntario y que se establecía la condena en seis meses de prisión y una multa de 125 dólares.
Bob Dylan tenía 22 años cuando leyó en el periódico este caso y le pareció tan impresionante que el castigo por matar a alguien a golpes fuera tan irrisorio que decidió contarlo en una canción. Influido por el estilo de narrador de historias que tanto le atraía de los maestros del folk como Woody Guthrie y Pete Seeger, escribió una letra que recreaba un asesinato racista, narrando los últimos instantes de la vida de Hattie Carroll, en un tema al que puso su nombre: The Lonesome Death of Hattie Carroll. La versión final quedó recogida en el álbum The Times They Are A-Changin’ que Dylan publicó en 1964.
La canción contiene algunas inexactitudes, como el nombre del mismo Zantzinger (Dylan escribió ‘Zanzinger’) o el número de hijos de Carroll (en el tema se dice que eran 10). En algunos entornos también se le criticó que no recogiera que la mujer murió bastante después de la paliza o que exagerara el uso de influencias políticas utilizadas por la defensa para evitar una condena mayor. La respuesta del músico a todos estos comentarios fue tan clara como irónica: “Esta es una historia real… Está sacada de los periódicos”.