El empoderamiento femenino y, en general, la reivindicación del papel de la mujer en sus distintas vertientes, es un elemento constante en muchas canciones de Madonna. Express Yourself es uno de sus máximos exponentes.

Editado en 1989 dentro del disco Like a Prayer, este es un tema que invita a las mujeres a manifestar sus sentimientos, a la vez que esgrime un claro mensaje a favor de la igualdad de género que ha acabado convirtiéndose en todo un himno a la libertad no solo de las mujeres, sino de todas la minorías oprimidas.

Partiendo de este último concepto, la artista encargó el videoclip de la canción al director de cine David Fincher (Seven, El Club de la Lucha, Alien3). Para su realización, Fincher se inspiró en Metrópolis, el clásico que Fritz Lang rodó en 1923 y que está considerado uno de los máximos exponentes del expresionismo cinematográfico alemán. Se trata de una película de ciencia ficción que presenta una distopia futurista en la que se muestra el funcionamiento de una ciudad con una estructura social muy polarizada: con una élite de pensadores que viven en rascacielos por un lado, y un colectivo de obreros que habitan en el subsuelo en condiciones bastante precarias, por el otro.

Guiado por este referente, Fincher quería presentar a Madonna como una mujer glamurosa y con ciertos toques masoquistas mandando a un grupo de hombres musculosos que trabajaban para ella de forma tan diligente y sumisa, como lo hacían los obreros oprimidos de Metropolis. Cuando le compartió esta idea de guión, la cantante quedó fascinada y decidió involucrarse totalmente en el proceso de creación. Supervisó los decorados, el vestuario, el maquillaje, la fotografía e incluso se encargó personalmente del casting del gato que aparece en algunas escenas.

El resultado fue una pieza audiovisual que, a partir de la recreación de los escenarios concebidos por Fritz Lang sesenta años antes, celebraba tanto el poder del sexo femenino como su capacidad para paralizar la máquina que lo deshumaniza. Aunque en algunos casos se le ha atribuido un enfoque demasiado feminista de la sexualidad, la mayor parte de las interpretaciones que se han hecho de este guión se asocian a cuestiones políticas. Para los defensores de este punto de vista, las escenas en las que Madonna sale en una actitud más seductora y encadenada a la cama, no sitúan la figura de la mujer en una posición de empoderamiento, pero sí que enfatizan el hecho de que es ella quien tiene el control de la situación. En todo caso, en lo que sí que coinciden toda las interpretaciones es en el hecho de alabar la llamada de la cantante a que todas las mujeres se expresen de forma libre y desacomplejada.