Albert Hofmann fue el químico suizo que en 1938 sintetizó, ingirió y experimentó los efectos psicotrópicos del LSD por primera vez. Esta sustancia se hizo muy popular a finales de los sesenta, en plena época psicodélica, y era habitual que muchos músicos la consumieran en sus procesos creativos.

‘Purple Haze’ parece que es uno de los temas creado a partir de uno de estos viajes alucinógenos a bordo de una dosis de LSD. Jimi Hendrix explicó que lo escribió la Navidad de 1966 después de ‘soñar’ que andaba bajo el mar mientras una neblina de color púrpura lo rodeaba, lo envolvía y, finalmente, hacía que se perdiese entre la oscuridad del fondo marino hasta que aparecía Dios y lo salvaba de la muerte. Esta experiencia, junto a una historia que días antes había leído en un periódico sobre la dueña de un bar que había puesto LSD en el café de un cliente y lo había tenido cautivo unos días en su apartamento, serían la chispa que encendería la canción.

Unos años más tarde, en verano de 1970, Hendrix abrió un estudio de grabación en el barrio neoyorquino de Greenwich Village y que bautizó como Electric Lady. Una de las salas la equipó con una mesa de sonido de color púrpura, hecho que rápidamente hizo cuajar que se la conociera como la sala ‘Purple Haze’. Pero Hendrix no pudo aprovechar demasiado estas instalaciones, ya que poco después de su inauguración, el 18 de septiembre de ese mismo año, murió en Londres ahogado en su propio vómito tras una intoxicación de barbitúricos. Faltaban tan solo dos meses para su veintiocho aniversario y el guitarrista zurdo más grande de todos los tiempos se incorporaba así al lúgubre ‘Club de los 27’.